Blogs ▐ Fánel Guevara Guillén ▐ ANTROPOLOGA SOCIAL - Perú


En estos momentos en que hay una situación de emergencia nacional y mundial, con una Pandemia que afecta y afectara a muchos, el uso del agua se hace indispensable y su acceso resulta crítico para asegurar la salud y la vida de las personas.

por esa razón es necesario garantizar que no se continúe con el deterioro de los ecosistemas que garantizan la continuidad del agua como son las partes altas de las cuencas, los bosques, las bofedales, los páramos, los lagos, las lagunas, los manantiales y su buen uso, conservación y cuidado son muy importantes.

Eso requiere la existencia y el funcionamiento de una cultura del agua que en el Perú es ancestral y su recuperación es necesaria, combinando con nuevas técnicas y tecnologías, basando las acciones en el conocimiento y la cultura de la diversidad de pueblos que existen en nuestro país.

Y en estas soluciones se requiere el reconocimiento de soluciones que incorporen los conocimientos de las comunidades y la participación decisoria, de varones y mujeres en igualdad de condiciones. Siendo el agua un elemento vital que las mujeres son las que más lo usan, debido a su tarea de garantizar la supervivencia de la familia, la alimentación y el cuidado de la salud; así como su aporte en la agricultura y la ganadería y el comercio de alimentos, es necesario escuchar sus voces.



Cuando hablamos de una Cultura del Agua hablamos de una manifestación de la cultura de un pueblo, un país, que incluye las relaciones del hombre con la naturaleza y en este caso con el agua, desde una visión social, religiosa, económica o cultural.

Si entendemos que una cultura es un conjunto de formas y modos adquiridos de concebir el mundo, de pensar, de expresarse, percibir, comportarse, organizarse socialmente, comunicarse, sentir y valorarse a uno mismo en cuanto individuo y en cuanto grupo y también se refiere a las relaciones entre los seres humanos, entre los humanos y la naturaleza, así como de las intersubjetividades; todo ello requiere tomar en cuenta la diversidad y los diversos matices de ella.

Es importante reconocer que es intrínseco a las culturas el estar en un constante proceso de cambio, por lo tanto, hay cambios contantes y algunos pueden ser productos por diversidad de factores.

En el Perú hay entonces varias culturas del agua; si tomamos en cuenta la diversidad cultural existente; aunque en muchos casos haya rasgos centrales en ciertas culturas, como la Quechua y Aimara, que comparten similares valores respecto al territorio y al agua; y en realidad todo el ande en sus ancestros ha tenido prácticas culturales similares; de los que quedan muchos vestigios y muestran una cultura común. podemos decir también que los pueblos amazónicos tienen una vertiente similar de pensamiento con respecto al agua, al territorio y a la naturaleza como dadora de vida y energía vital.

La visión holística que maneja la concepción andina considera la Pacha local (mundo local) que incluye el territorio como sistema complejo y eje de la identidad, el agua, la naturaleza la biodiversidad y las deidades, son consideradas como una unidad, como un ser vivo con el que se dialoga, se intercambia y se recibe beneficios en base al buen vivir, a su cuidado, conservación y manejo cuidadoso.

El agua es una huaca ("deidad") muy importante. Como el Inti Tayta (Padre Sol), la Pachamama (Madre Tierra) y Mama Qucha (Madre Agua) o Yaku Mama. Las tres huacas juntas dan la vida. Si faltara alguna de ellas no habría vida.

En el pensamiento Andino ancestral, todo lo contenido en el Universo, tierra, agua, astros, fenómenos atmosféricos, animales, plantas, y minerales tienen un origen común y son parte de una misma familia.

No hay línea divisoria estricta entre el hombre y los diversos elementos de la naturaleza, pero debe establecerse la relación armoniosa, por eso debe pedirles permiso, hacerles ofrendas y respetar sus derechos.

Esto garantiza la conservación del equilibrio con la naturaleza y la preservación de estos recursos y la propia sobrevivencia del ser humano. y así ha sido en las zonas rurales mas alejadas y al interior de los pueblos amazónicos.

Pero también tenemos la matriz de la cultura occidental que impulsa el libre mercado que ha convertido el agua en recurso hídrico al que le quiere sacar el máximo provecho, al igual que al territorio como campo de cultivos intensivos, bosques y montañas para la explotación de recursos que ha generado un desequilibrio en la naturaleza y la conservación de la naturaleza, generando una posible crisis del agua y de los recursos naturales mas importantes.

En esa medida es que debemos recuperar nuestra cultural del agua y crear una nueva para garantizar la seguridad hídrica y la seguridad alimentaria. I para ese proceso la información, la educación, la capacitación y el intercambio son procesos vitales, desde la primera infancia hasta los tomadores de decisiones evitando un proceso critico de escasez o de falta de acceso para algún sector de la población con consecuencias fatales.

La cultura andina aporta en la cultura del agua

Saber cuidar el agua, como compromiso de cuidar la vida. Cuidar los ríos, las lagunas y todas las fuentes de agua.

Valorar el conocimiento y los significados que la gente atribuye al agua y como derecho universal fundamental.

El agua y los ríos establecen la articulación social y territorial y garantizan la vida de los que viven en su interior y determinan su cultura.

La Cuenca, es la unidad territorial adecuada para la planificación en el territorio y el uso adecuado de los recursos naturales y el agua. Por lo tanto, una gestión integral e integrada es indispensable con la participación de todos.

La seguridad hídrica se define como la capacidad de una sociedad, para disponer de agua en cantidad y calidad aceptable para su supervivencia y la realización de diferentes actividades recreativas. Asegura la estabilidad económica de una sociedad tomando en cuenta los cambios climáticos y la contaminación ambiental producida por los seres humanos que afectan directamente al agua. El agua, la tierra, la naturaleza son fuente de bienestar y felicidad.

Es importante tomar en cuenta que la seguridad hídrica impacta en el desarrollo económico, social y ambiental del país, especialmente en la provisión confiable de agua cuantitativa y cualitativamente aceptable para la salud, la producción de bienes y servicios y los medios de subsistencia, junto con un nivel aceptable de riesgos relacionados con el agua. Lograr la seguridad hídrica significa satisfacer las necesidades humanas, así como las de los ecosistemas.

Para ello es necesario que ocurran cambios fundamentales en las reglas de convivencia ente los varones, las mujeres y la naturaleza, los valores, creencias, percepciones y posiciones políticas, no sólo en las instituciones de gestión del agua, sino también en cada una de las partes interesadas. El progreso puede llegar a ser lento y las situaciones complejas, pero no hay realmente otra alternativa para el futuro de la humanidad que un mundo con seguridad hídrica. Debemos afrontar este desafío.

Blog IPROGABlogs asociados IPROGA

Encuentranos:

Calle Rio de Janiero 373 - Jesus Maria, Lima 11 - PERÚ
(511) 265- 3819
iproga@iproga.org.pe