Escribe: Dr. Javier Aguilar Carrasco
Fuente: Revista Agronoticas
Fecha: año 2013

Parte fundamental de la Política Nacional de la Gestión de los Recursos Hídricos —en el marco de la Ley N° 29338 y su Reglamento general— es la formación e implementación de consejos de recursos hídricos de cuencas, incluso para anticiparse a los sombríos efectos del cambio climático, con la participación orgánica y sinérgica de todos los actores de cada cuenca.

En razón de ello, vamos a tratar en esta oportunidad el caso de la Cuenca Tambo-Santiago-Ica, por su alcance interregional o birregional, involucrando a la economía básicamente agroexportadora de Ica y la economía agraria primordialmente de subsistencia de Huancavelica.


Por un lado, esta dualidad entraña posiciones confrontacionales entre los actores sociales, políticos y económicos de la cuenca birregional, y por otro, presupone un escollo latente para el logro de las metas de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el máximo organismo técnico-normativo en materia hídrica.


Dentro de ese contexto, los días nueve y 10 del mes feneciente se realizó en la capital iqueña el Encuentro Macrorregional Ica-Huancavelica-Ayacucho en torno al agua, por iniciativa de una plataforma de organizaciones lideradas por CODEHICA, con la participación de representantes institucionales de las tres regiones políticas vecinas, para abordar el crucial tema de la “gestión social y sostenible del agua y el ambiente.”

Ello fue de trascendental importancia por los siguientes elementos de juicio: Primero, porque convocó a todos los actores que integran el Grupo Impulsor del Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Santiago-Tambo-Ica desde el 20 de junio del 2012, es decir, desde hace dos años y cuatro meses. Segundo, porque dicho Consejo en formación es de carácter interregional, por involucrar territorios de Ica (77%) y Huancavelica (23%). Y tercero, porque los respectivos gobiernos regionales —teniendo grupos impulsores propios para la conformación del Consejo de Recursos Hídricos— se hallan prácticamente estancados, por no encontrar aún entendimiento respecto al trasvase de las aguas y la incorporación de los pueblos de Huancavelica en los beneficios de los proyectos de infraestructura planteados.

Como quiera que el grupo impulsor birregional (Ica-Huancavelica) fuera conformado hace más de dos años, preocupa la demora del proceso, como evidencia de una gestión desfasada y discordante con los intereses comunes de la cuenca, sin inversiones en infraestructura para mejorar la oferta hídrica en las alturas huancavelicanas y así reducir el creciente estrés que ya vive la población de Ica.

Las intervenciones de cada uno de los actores principales en ese encuentro macrorregional (Ica, Huancavelica y Ayacucho), sobre todo respecto a la gestión integrada del agua, nos dejan una lectura muy clara acerca del estado situacional de las cosas: prevalencia de posturas unilaterales, sin orden secuencial; lo que dificulta el logro de un acuerdo programático y consensuado para el manejo de la cuenca.

“La actual situación no beneficia a nadie y perjudica a todos, cuando —con un poco más de racionalidad y espíritu constructivo— puede ser todo lo contrario”

Por ejemplo, el señor Silvano Guerrero Quispe, representante de la comunidad campesina de Ccarhuancho e integrante del grupo impulsor por Huancavelica, sostuvo: “Gestionar los recursos hídricos a nivel de cuenca sí, pero en igualdad de condiciones”, para luego añadir: “…. están orientando políticas sólo mirando las necesidades de las empresas agroexportadoras (de Ica) para traer agua sin considerar los daños y perjuicios (en Huancavelica). No han considerado a las comunidades como sujetos beneficiarios de los proyectos hidráulicos que se promocionan desde Ica en el lado de Huancavelica.”

Más adelante y con mucha firmeza sostuvo también: “El gobierno (nacional) ha ofrecido presupuestos millonarios (650’000,000 de nuevos soles) para proyectos hídricos, con la intención de no permitir que la actividad agroexportadora de Ica pare por falta de agua (…) ¿Dónde está, cuánto de los 650’000,000 benefician a la gente de Huancavelica, cuántos de esos proyectos que se anuncian beneficiarán a las comunidades (huancavelicanos)? (…) Queda claro que el gobierno está más interesado en resolver la problemática de los más poderosos que de las poblaciones que esperan atención a sus demandas (…) El Proyecto Especial “Tambo Ccaracocha” (PETACC), por ejemplo, estará en el Consejo de Recursos Hídricos, pero Huancavelica no. (Ante ello) pregunto: ¿quién le va hacer paridad o balanceo al PETACC?. No existe”.

Por suerte, ante esa posición, el Director de la Autoridad Administrativa del Agua (AAA) Cháparra-Chincha, Ing. Rolando Lecca Huamanchumo, explicó el nuevo enfoque de la gestión integrada y multisectorial de los recursos hídricos en la cuenca, con los siguientes términos: “Todo proyecto a desarrollarse en la cuenca lo verá el Consejo de Recursos Hídricos, donde Huancavelica e Ica serán partes con voz y voto. Ahí se va a exigir que cada proyecto reúna las condiciones necesarias para que sea sostenible y beneficie a ambas regiones”.

Esta respuesta fue correcta y contundente, para disipar dudas y desconfianzas históricas, privilegiando lo técnico sobre lo político, lo racional sobre lo emocional.

Cabe recordar que el Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca no es un espacio de asambleísmo estéril, sino de diálogo y entendimiento para que todos sus integrantes participen en el diagnóstico del presente, la planificación del futuro y la ejecución de las obras y acciones correspondientes, en aras del aprovechamiento compartido y sostenible del agua (patrimonio de la nación, no de región alguna), mediante el Plan de Gestión de Recursos Hídricos.

Pero tras repasar las intervenciones en el encuentro macrorregional comentado, vemos que este marco conceptual aún no ha sido bien entendido ni por el propio grupo impulsor birregional. Entonces, menos lo será por los pueblos que se desea sensibilizar. Aún más, algunos pretenden poner contra la pared al PETACC (que es un actor más en la cuenca), quizás por desconocer que su papel es independiente del proyectado Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca y que todos los proyectos que presente serán decididos por éste, en función de la gestión multisectorial e integrada del agua y en beneficio de las dos regiones involucradas.

Si a ello le agregamos la apatía de los dos gobiernos regionales (promotores de la iniciativa para la creación del Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca), deducimos que la suerte de los pueblos de Ica y Huancavelica está entrampada al borde del conflicto político-social.

Frente a este riesgo quedan dos caminos:

1) Acudir a la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad de la Presidencia del Consejo de Ministros, para que intervenga en previsión de un conflicto interpueblos por el agua.
2) Confiar en que la AAA-Cháparra-Chincha a cargo del Ing. Rolando Lecca, pueda reimpulsar la formación del Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Tambo-Santiago-Ica, convenciendo a tirios y troyanos que la actual situación no beneficia a nadie y perjudica a todos, cuando —con un poco más de racionalidad y espíritu constructivo— puede ser todo lo contrario.