Autor: Fánel Guevara Guillen
Correo electronico: fgg53@hotmail.com
Institución:IPROGA
Actualmente se han constituido 6 Consejos de Recursos Hídricos, pero no está claro su
funcionamiento, su continuidad, ni su sostenibilidad.
El agua es un elemento esencial
para la vida, sin ésta, ninguna
forma de vida es posible. La
superficie terrestre está cubierta de
agua en un 70 por ciento, al igual
que nuestro cuerpo, los árboles y
los animales también necesitan agua
para su existencia y sin el líquido
elemento no podrían vivir.
El agua se está convirtiendo en un
recurso escaso debido a diferentes
factores, se calcula que para el año
2050 al menos una de cada cuatro
personas vivirá en un país afectado
por la escasez crónica o recurrente
de agua dulce, escasez que se debe
a su deficiente uso, a la degradación
del agua por la contaminación y la
sobreexplotación de los acuíferos
subterráneos, la deforestación y el
calentamiento global.
Situación del agua en el Perú
De las tres vertientes hidrográficas
del Perú: la del Atlántico (genera
97,7% de los recursos hídricos),
la vertiente del Pacífico (1,8%) y
la vertiente del Titicaca (0,5%).
Paradójicamente, la población
está ubicada en su mayoría en la
vertiente del Pacífico, generando
un problema de estrés hídrico:
agudizada por la mayor demanda
de agua que la cantidad disponible,
debido a la concentración de la
agricultura intensiva bajo riego
y de agro exportación con altos
requerimientos de agua en la
costa
Según datos del MINAM, el
Perú cuenta con 106 cuencas
hidrográficas por las que escurren
2 046 287 millones de metros
cúbicos al año (MMC). Así mismo,
cuenta con 12,200 lagunas en la
sierra y más de 1,007 ríos.
Pero a pesar de que el Perú cuenta
con la mayor disponibilidad per
cápita de agua dulce en América
Latina (74,546 MMC/persona
al año), la distribución de los
recursos hídricos es asimétrica y
su disponibilidad en el territorio
nacional es irregular, puesto que casi
el 70% de todo el agua precipitada
se produce entre los meses de
diciembre y marzo, contrastando
con épocas de extrema aridez en
algunos meses. Además, muchas
lagunas han sufrido el impacto de
la contaminación por desechos
mineros, agrícolas, urbanos, y el
asentamiento de pueblos o centros
recreativos en sus orillas.
El país también tiene el 77% de
los glaciales tropicales del mundo,
cuyas aguas en su mayoría recorren
la franja costera para el provecho de
la agricultura y la población que se
asienta en dicha región. El 86 % del
agua dulce en el país es consumida
por la agricultura y la ganadería.
De los 53 ríos de la costa, 16 ya se
encuentran contaminados por los
relaves mineros y los vertederos
poblacionales.
A pesar de la abundancia
hídrica peruana, el agua se está
convirtiendo en un recurso escaso,
debido a diferentes factores como
la deforestación, el mal uso del agua,
la contaminación de ríos, lagos y
mares; producida principalmente,
por cuatro vías: vertimiento de
aguas servidas, basuras, relaves
mineros y productos químicos2,
lo que hace prever que en el
2030 o antes, el Perú empezará a
sentir seriamente los estragos de
la falta de agua, ya que 9 de cada
10 peruanos vive en zonas áridas,
semiáridas y subhúmedas; y 1 de
cada 2 se asienta en la costa.
Mientras tanto las ciudades
siguen creciendo, la agricultura
se ve potenciada con proyectos agroexportadores y la expansión
industrial, prevista en los tratados
de libre comercio indican una
demanda de agua cada vez mayor.
El uso del agua para consumo
humano
En el 2011, el 76,2% de los hogares
se abastecían de agua para consumo
humano proveniente del sistema
de conexión a red pública y pilón
de uso público. Sin embargo, aún
existe un 23,8% de hogares que
consumen agua proveniente de
camión cisterna, pozo, agua de río
u otra modalidad.
De acuerdo con el área de residencia
y región natural, los hogares de
Lima Metropolitana (93,2%), del
área urbana (90,3%) y de la costa
(89,4 %) son los que acceden en
mayor medida al agua proveniente
por red pública.
En cambio, los hogares del área
rural (38,6 %) y de la selva (55 %)
presentan los menores porcentajes
de acceso al agua proveniente por
red pública.
Por otro lado SEDAPAL informó
que en Lima 720 mil personas
carecen de agua potable en sus hogares y pocos toman conciencia
del despilfarro que se hace de este
recurso. Cada día un limeño gasta
o consume 251 litros de agua, el
doble de lo que un francés o un
suizo usa en el mismo periodo, y
casi 10 veces más de los que usan
agua de cisternas o no cuentan con
el servicio.
El cambio climático ha ocasionado
el incremento de la temperatura
que trae como consecuencia un
gran impacto en el abastecimiento
del agua potable, especialmente
en la región costera del Perú. Un
ejemplo son los nevados de la
cordillera blanca con menos nieve.
(ejm. Pastoruri).
Otro ejemplo de los ríos
directamente impactados por
el calentamiento global será el
Mantaro, que deriva del nevado
Huaytapallana y de la Laguna Junín,
donde se origina el glaciar.
La importancia de este río es que
sus aguas alimentan la Central
Hidroeléctrica del Mantaro, que
representa aproximadamente el 40
por ciento de la energía del país. La
disminución del líquido elemento
en el Mantaro sería devastador
para el Perú, pero sobre todo para
el 70 por ciento de la industria
nacional concentrada en Lima.
La necesidad de organizar la gestión
del agua por cuencas
El agua que ya está siendo un
recurso escaso en las diversas
cuencas del país, imponen la
necesidad de organizar el usufructo
adecuado del agua por los diversos
usos y todos los usuarios, partiendo
de la coordinación entre todos para
ordenar el territorio y utilizar el
agua de manera racional ordenada
y eficiente.
En la parte alta, la agricultura
familiar usa el recurso solo en los
meses de lluvias, al no contar en la
mayoría de los casos con reservorios
ni canales de riego, mientras en
la parte baja, los cultivos más
modernos canalizan el agua del
río y la complementan con pozos
tubulares en el período de estiaje,
no obstante el aforo se reduce,
limitando el acceso al recurso. El
crecimiento urbano e industrial
en la parte baja ha incrementado
la demanda de agua, generando
conflictos de uso entre la población
urbana y rural. El cambio climático
está reduciendo ya la disponibilidad
de agua y la operación de proyectos
mineros puede reducir su calidad,
incrementando el potencial de
conflictos socio-ambientales.
La creación de espacios de
gobernanza para la gestión
concertada del agua es una
prioridad, la constitución de
comités de gestión a nivel de
microcuenca y subcuencas para
fortalecer la gestión concertada y
prevenir conflictos puede abordar
esta gestión desde abajo.
Es importante el fortalecimiento
de espacios de gestión públicoprivado
para el desarrollo
económico y ambiental y siendo
la gestión del agua el principal
problema ambiental de la cuenca,
se hace necesario contribuir a que
los municipios, las comunidades
campesinas, las juntas de regantes y
las organizaciones de productores
de los tres niveles de la cuenca,
en conjunto con las autoridades
regionales y la Autoridad Nacional
del Agua puedan en base a estos
organismos constituir y fortalecer
los Consejos de Recursos Hídricos
de Cuenca, que establece el
Reglamento de la ley 29338.
El Consejo de Recursos Hídricos de
Cuenca
La ley Nº 29338 (Ley de Recursos
Hídricos), aprobada el 29 de
marzo de 2009, establece que
“El estado crea mecanismos para
la participación de los usuarios y
de la población organizada en la
toma de decisiones que afectan el
agua en cuanto a calidad, cantidad,
oportunidad u otro atributo del
recurso”; y agrega que “El uso del
agua debe ser óptimo y equitativo,
basado en su valor social económico
y ambiental y su gestión debe ser
integrada por cuenca hidrográfica
y con participación activa de la
población organizada”.
Respecto a los Consejos de
Recursos Hídricos de Cuencas, la Ley de Recursos Hídricos y su
Reglamento - D.S. Nº 001-2010-
AG, establecen que son órganos
de la Autoridad Nacional del
Agua, constituidos con la finalidad
de lograr la participación activa
y permanente de los gobiernos
regionales, gobiernos locales,
sociedad civil, organizaciones de
usuarios de agua, comunidades
campesinas, comunidades nativas
y demás integrantes del Sistema
Nacional de Gestión de los
Recursos Hídricos que intervienen
en la cuenca, con el objeto de
participar en la planificación,
coordinación y concertación para el
aprovechamiento sostenible de los
recursos hídricos en sus respectivos
ámbitos, mediante el Plan de
Gestión de Recursos Hídricos en la
Cuenca.
El proceso que sigue para su
constitución tiene los pasos
detallados en el cuadro siguiente:
Actualmente se han constituido
6 Consejos de Recursos Hídricos
y se han elaborado los Planes de
Gestión de Recursos Hídricos,
mediante procesos de consultoría
externa y se han constituido
secretarias técnicas que impulsan
las acciones y el seguimiento de las
mismas en cada ámbito. Pero no
está claro su funcionamiento, su
continuidad ni su sostenibilidad.
Su representatividad tiene
cuestionamientos y no queda
clara su funcionalidad, no cuenta
con presupuesto ni posibilidades de financiamiento en un futuro
próximo, siendo el gobierno
central y la ANA los responsables
reconocidos, y tampoco tienen
calidad de autoridad ni tienen
autonomía; eso implica el riesgo de
que terminen siendo organismos
estatales (proyectos especiales)
como ocurrió en el pasado con las
autoridades Autónomas de Cuencas
que no fueron ni autoridades
ni autónomas. Postergando una
vez más la necesidad de contar
con organismos de gestión
democráticos, representativos,
autónomos y con ejecutoria en
las cuencas como ocurre en otras
experiencias internacionales
similares.
Continuación ..... Pagina 2