Autor:Eric Rendón Schneir
Correo electronico: ericrendonschneir@hotmail.com
Revista AGUA Y RIEGO N° 24
Fecha: Julio 2015
El concepto de huella hídrica.
El Perú es el octavo país del mundo
con mayor disponibilidad de agua,
y el tercero en América Latina,
tomando como referencia los datos
de la base de datos de Aquastat
de la FAO. Ello sin embargo no
significa que el país tenga una
adecuada gestión hídrica, ya que
existen diversos problemas como
son: la concentración porcentual de
la población en relación inversa a la
disponibilidad del recurso hídrico,
la dificultad de la inversión estatal
en razón a la accidentada geografía
peruana, y la amenaza latente del
cambio climático, entre otros. La
situación descrita ha hecho que en
los últimos años aumente la iniciativa
tanto privada como pública para
mejorar la administración del recurso;
en ese contexto el 13 de marzo del
2008 por Decreto Legislativo 997 se
crea la Autoridad Nacional del Agua
(ANA), adscrita al Ministerio de
Agricultura, que es el ente rector y la
máxima autoridad técnico-normativa
del Sistema Nacional de Gestión de
los Recursos Hídricos, y el 31 de
marzo del año 2009 se promulga la
ley 29338 de los recursos hídricos.
Para una mejor gestión es pertinente
la determinación de una línea base,
que nos permita tomar las medidas
más adecuadas para la preservación
del recurso agua. En ese contexto, el
indicador de huella hídrica aparece
en escena, introducido en el 2002
por el profesor Arjen Hoekstra de
UNESCO-IHE (Instituto para la
Educación sobre el Agua, adscrito
a la UNESCO, con sede en Delft,
Holanda) como un indicador
alternativo del uso del agua; más
adelante se desarrolló el concepto
refinando los métodos del cálculo de la
huella hídrica, los que se presentaron
en diversas publicaciones realizadas y
posteriormente en cooperación con
varias instituciones internacionales
se creó la Water Footprint Network
el 2008, que tiene como objetivo
coordinar los esfuerzos para
desarrollar y difundir el conocimiento
sobre los conceptos de huella hídrica,
métodos y herramientas (Hoekstra,
2003, 2008a, 2008b, 2008c, 2009,
2010a, 2010b, Hoekstra y Chapagain,
2007, Hoekstra et al 2011 y Allan,
2003).
La huella hídrica es un indicador
que mide el volumen total de agua
dulce consumido por una unidad
específica en estudio, que puede
ser un individuo, un cultivo, un área
geográficamente definida, un país,
entre otros. Se subdivide en tres
componentes: el componente azul
que corresponde al consumo de agua
proveniente de fuentes superficiales
y acuíferos; el componente verde
que es el volumen total de agua
consumida proveniente de las lluvias,
y finalmente el componente gris
que se refiere a la cantidad de agua
necesaria para diluir algún agente
contaminante en el agua usada en
el proceso de producción de un
producto.
En contraste con la huellas hídricas
verde y azul, la huella gris es un
indicador de implicancia en la
calidad del agua y no representan
cantidades físicas de agua. En ese
sentido, la huella hídrica gris es el
volumen teórico de agua dulce que
se requerirían para diluir o asimilar
una carga de contaminantes en base
a concentraciones en el entorno
natural y estándares de calidad de
agua del ambiente.
Antecedentes de la huella hídrica en
el Perú
La huella hídrica es un concepto
relativamente nuevo en el Perú, y
cada vez toma más importancia,
habiendo adquirido mayor
importancia a partir del año 2012,
debido a la relevancia que le dieron
diversos actores de la cooperación
internacional; así, la Cooperación
Suiza en Perú (COSUDE) que
viene interviniendo en el país desde
hace 50 años con iniciativas en pro
del desarrollo local y tiene como
principal iniciativa del agua, al
proyecto SuizAgua Andina que inició
en octubre del año 2012. La finalidad
del proyecto es la generación de la
norma ISO para las huellas hídricas,
la cual tendrá como objetivo la
reducción de éstas por parte de las
empresas y consumidores en el Perú
y Chile. “La utilidad de la huella
hídrica, en el caso de una empresa, es
saber el agua que utiliza, si proviene
de sitios donde puede haber escasez
y si afecta a los ecosistemas, esa
información es importante para tener
un manejo eficiente del recurso…”
así lo mencionó el 6 de marzo del
2012 en una entrevista en una de las
emisoras de radio más importantes
del Perú (RPP Noticias) Sergio Pérez
León, coordinador del proyecto
SuizAgua Colombia.
Durante el 2012 se realizó también
el Seminario Internacional de la
Huella Hídrica, que tuvo como
objetivos principales, desarrollar
estrategias para el manejo integral
de las cuencas, fomentar y aumentar
los niveles de abastecimiento de agua
potable superando toda clase de
problemas, y también el desarrollo de
una política integral que fomente el
uso adecuado de agua. En ese mismo
año se publicaron dos estudios de la
ANA: La Huella Hídrica del Espárrago
y la del Arroz, las que se describirán
más adelante.
Durante el año 2013 se realizó una
exitosa campaña de sensibilización
sobre la huella hídrica en la ciudad de
Arequipa, esta iniciativa fue producto
de la cooperación de la ANA junto
a la Autoridad Administrativa de
Agua (AAA) Capliña-Ocoña, se
difundió la campaña en la plaza de
armas de la ciudad de Arequipa,
participaron autoridades locales
y regionales, público en general y
contó con la asistencia de más de
mil escolares originarios de Arequipa
y Moquegua. En este mismo año el
tema central de “Mistura”, conocida
feria gastronómica de la ciudad
de Lima, fue la huella hídrica; a lo
largo de todo el evento se difundió
información sobre el agua y los
recursos hidrobiológicos.
En ese mismo año 2013, se realizó el
Taller de Fortalecimiento Profesional
en Gestión Integrada de Recursos
Hídricos, organizado por el Centro de
Investigación en Geografía Aplicada
(CIGA) de la Pontificia Universidad
Católica del Perú (PUCP), en donde también hubo colaboración de la
ANA y la Global Water Partnership;
la finalidad del taller fue la de recalcar
la necesidad de una gestión integrada
del agua que permita mejorar la
administración en la costa, tanto
el agua verde, como azul y de esta
última tanto la superficial como la
subterránea.
Se diagnosticó la gestión actual
del recurso hídrico llegando a
la conclusión de la carencia de
gobernabilidad a todo nivel; por
este motivo el taller tuvo también
como objeto la recolección de
ideas que ayuden a mejorar esta
situación, algunas de estas fueron el
fortalecimiento institucional de las
AAA, planes de desarrollo concertado,
presupuesto participativo, realización
de estudios y diagnósticos, entre
otros. Se identificaron los aspectos
negativos: falta de cultura (cívica y
académica) frente al agua, falta de
interés, carencia de planes, entre
otros. Por último, una de las grandes
conclusiones fue que la forma de
reducir los desequilibrios y perjuicios
que se generan sobre los recursos
hídricos es reduciendo la huella
hídrica.
El Perú se ha convertido en el
segundo país en Latinoamérica en
medir su huella hídrica, luego de
Colombia; esto tras la convocatoria
de la Embajada de Suiza en el Perú y
de la Cooperación Suiza (COSUDE),
en el marco del proyecto SuizAgua.
La convocatoria tuvo como resultado
que cinco empresas con operaciones
en el Perú como Camposol, Duke
Energy Perú, Mexichem, Nestlé
Perú y Unacem hayan decidido
medir, y reducir su impacto y
realizar una gestión eficiente del
agua, desarrollando acciones de
responsabilidad social corporativa
en beneficio de sus stakeholders y
maximizando su impacto positivo a
nivel social, económico y ambiental.
Principales estudios de huella
hídrica en el Perú.
En el año 2012, la Autoridad Nacional
del Agua (ANA), realizó tres estudios
de huella hídrica de arroz, espárrago y
quinua, con el objetivo de cuantificar
la cantidad de agua utilizada por
estos cultivos. En el caso del arroz, la
producción se ubica en la Costa y en
la Selva; el espárrago en la Costa, y la
quinua en la Sierra.
En el caso del arroz se comienza
identificando los departamentos con
más hectáreas (ha) de éste cultivo,
siendo San Martin con 63,652
ha en promedio del año 2008 al
2011 el departamento con mayor
área sembrada, seguido de Piura
con 46,438 ha, Lambayeque con
38,221 ha, ambos durante el mismo
periodo indicado, son los tres de
dieciocho departamentos con las
mayores extensiones de este cultivo.
Del mismo modo, se muestra la
producción de arroz por toneladas
de cada departamento involucrado,
siendo los tres más relevantes San
Martin con una producción de
416,140 toneladas, Piura 381,973
toneladas y Lambayeque con
289,702 toneladas.
El trabajo se realizó de la siguiente
manera: primero se obtuvo un
mapeo de las zonas con productores
de arroz; recogiéndose datos de
71 estaciones hidrometeorológicas
que van desde los 12 hasta los
2740 msnm, proporcionados por el
Servicio Nacional de Meteorología e
Hidrología (SENAMHI).
Para el caso de la huella hídrica
gris, el principal contaminante es el
nitrógeno y se ha considerado que
el 90% es asimilado por la planta
y el 10% se lixivia percolándose
hacia el agua subterránea, de modo
que la huella hídrica gris utiliza los
estándares de calidad ambiental
(ECA), para la costa es 2062,8 m/ha
y para la selva es 324,6 m/ha.
Los departamentos de mayor
consumo de agua son Lambayeque,
Piura y La Libertad. De la huella
hídrica total el 7% corresponde a la
huella hídrica gris, el 9% corresponde
a la huella hídrica verde y el 84%
corresponde a la huella hídrica azul.
Finalmente se presenta la huella
hídrica verde, azul y gris de cada
departamento expresado en m/
ton y hectómetros cúbicos (hm). En
promedio la huella hídrica total del
arroz en el Perú es 6496,04 m/TM.
En el caso del espárrago, los
departamentos con mayor cantidad
de hectáreas destinadas al cultivo
del esparrago del año 2008 al 2010,
fueron Ancash, Ica, La Libertad,
Lambayeque, Lima y Piura. La
Libertad cuenta con la mayor
extensión cosechada con 13,612 ha
y 132,459 toneladas, seguido del
departamento de Ica, con 11,752 ha
y 104, 526 toneladas.
En el trabajo se muestra un mapa
con la ubicación de los principales
distritos productores, que se
encuentran en su totalidad en la costa.
Los diez principales distritos aportan
el 80,84% de la producción total y el
distrito de Chao en el departamento
de la Libertad, representa el 27.3%
de toda la producción nacional con
71696.25 ton/año. Se emplearon
datos de un total de 20 estaciones
hidrometeorológicas del SENAMHI
que van desde los 30 hasta los
620 msnm. Luego se presentan los
requerimientos de agua en las veinte
estaciones siendo las de Copara con
15 444 m/hectárea y San Camilo con
15 191 m/hectárea las que mayor
consumen volumen de agua.
Se presenta la huella hídrica promedio
por cada departamento siendo los
departamentos más relevantes los de
Ica con el 51% del total y La Libertad
con el 31% los más relevantes.
También se muestra la proporción
de cada componente de la huella
hídrica, siendo el componente azul
el más relevante conformando
el 84% del total. Finalmente se
presenta la huella hídrica por
departamento, subdividida en cada
uno de sus componentes, siendo el
departamento de Ica el de mayor
consumo de agua con la cifra de
201,4 hm/año.
La quinua se cultiva en trece
departamentos, siendo la producción
media anual en el periodo 2001 –
2012 de 33,450 toneladas, de este
total, el departamento de mayor
producción fue Puno con 78%
del total. La época de siembra se
inicia en diciembre y su periodo
vegetativo total mínimo es de 150
días (5 meses). En general la quinua
se siembra en condiciones de secano
(sin riego). En la mayoría de zonas
donde se encuentra este cultivo
hay problemas de estrés hídrico lo
cual puede estar asociado a bajos
rendimientos el invertir en sistemas
de riego significaría un aumento de la
producción y una mayor eficiencia. La
quinua es un recurso natural de alto
valor nutritivo, un alimento de alta
calidad para la salud (nutracéutico)
y es una especie nativa con muchas
variedades que es la base de la
seguridad alimentaria en una zona de
altos niveles de pobreza. Actualmente
es un producto de exportación no
tradicional de alta demanda: en 1997
se exportaban unas 2 toneladas,
en el 2012 esta cifra fue de 10,275
toneladas, con destino a 36 países
de los cuales Estados Unidos con
65% era el principal comprador. El
monto total de la transacción fue de
US$ 30 millones. La FAO declaró el
2013 como el año internacional de la
quinua.
La quinua muestra su mayor variedad
de especies en los alrededores del lago
Titicaca; llegó a adaptarse a diferentes
condiciones agroclimáticas, edáficas
y culturales desde el nivel del mar
hasta los 4000 msnm, además
desarrolló usos diversos en diferentes
comunidades.
La quinua se considera un cultivo
resistente a la sequía, sin embargo
en un estudio de rendimientos de
dos variedades del cultivo con y sin
riego, se observó que este aumenta
su rendimiento en 180%.
El cultivo tradicional es generalmente
rotativo, sembrándose luego de
una gramínea (maíz o trigo en la
costa, cebada o avena en la sierra).
Sin embargo el uso de fertilizantes
sigue siendo necesario. En el caso de
bajas tecnologías se utiliza 174 kg/
ha de urea al 46% y 88 kg/ha de
superfosfato de calcio triple al 46%.
En suelos andinos no se aplica potasio
por la gran disponibilidad natural
de este elemento; sin embargo en
cultivos comerciales de quinua las
cifras de aplicación son las siguientes:
523 kg/ha de urea, 435 kg/ha de
superfosfato triple de calcio y 134
kg/ha de cloruro de potasio al 60%.
Para obtener los datos se utilizó
información de 122 estaciones
meteorológicas del SENAMHI.
Calle Rio de Janiero 373 - Jesus Maria, Lima 11 - PERÚ
(511) 265- 3819
iproga@iproga.org.pe